No puedo recordar en este momento que me tenia tan aterrada y curiosa aquella vez, seguramente la inmensidad del lugar que me rodeaba, empezar a sentirme sola (con el temor y la desconfianza que implica) en un lugar enorme para mi pequeñez de entonces, lleno de espacios y sonidos distintos, y gente...mucha gente. Por un lado sin querer soltar a mi madre pero por el otro dispuesta a salir corriendo a descubrirlo...no sin mi librito de cuentos, aquel que me mostraba formas y colores increíbles, que claro eso si recuerdo...
Era el comienzo de algo (en ese momento algo tan lindo e inocente como el jardín de infantes) y eso me tenía así, temblorosa pero segura de que algo que cambiaria mi rumbo estaba por suceder, y sabemos que sucedió, como a muchos niños les sucede el jardín y demás etapas educativas...
Ahora, con 24 años mas, me siento igual de inquieta y aterrada por algo que empieza, algo se que está cambiando porque en parte decidí que así fuera, es como si hubiera encendido algo y de a poco empieza a funcionar, cada vez mas rápido...a veces sin darme tiempo a reaccionar, pero ya no quedándome quieta.
Algunas cosas no tienen sentido ahora, seguramente ya lo tendrán...pero vuelvo a lo que decía días atrás, si uno no se mueve...no empieza por algo, por mas chiquito que sea, siempre vamos a estar esperando que las cosas pasen...y van a pasar pero a nuestro costado, sin tocarnos nunca.
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